Los 8 pastelitos prohibidos para los niños según Profeco

La mayoría de las personas hemos probado pastelitos por sus diversos sabores a chocolate, fresa y vainilla, principalmente, aunque quizás a veces sin tener presente por qué son un riesgo para la salud, tal y como Profeco lo planteó.
Es muy común que entre la rutina, ir de prisa al colegio o al trabajo y por fácil acceso a estos productos, muchos hayan comido algunos pastelitos como los Pingüinos, el Gansito y los Choco Roles, por ejemplo.
Aún así, a pesar de que estos productos son muy populares, no están entre los que la Procuraduría Federal del Consumidor no recomienda, pero hay otros que deberían estar lejos del alcance de los niños, principalmente.
¿Cuáles son los pastelitos prohibidos para los niños según la Profeco?
La Profeco no recomienda productos que contengan altos niveles de azúcar, ni los que llevan edulcorantes.
Esa lista se compone de tres productos que son los que tienen más azúcar del mercado, contando que la Organización Mundial de la Salud recomienda un consumo de 25 gramos de azúcares al día y que estos tres la superan:
- Hostess Cinnamon Roll (29.9 g de azúcar)
- Marinela Napolitano (25.7 g de azúcar)
- Mrs. Freshley’s Balonazos (25.1 g de azúcar)
Los pastelitos que tampoco se recomiendan por contener edulcorantes son los siguientes:
- Colosseo Amico
- Freddi Dark
- Moretta Tiramisú
- Freddi Buondolce Latte Fresco
- Freddi Dolcetto
¿Qué son los edulcorantes y por qué los niños no deben consumirlos?
Los edulcorantes son aditivos químicos o naturales que impulsan el sabor del azúcar en los productos, pero no son nutritivos. Se les considera sustitutos del azúcar, siendo sustancias que sirven para endulzar, pero sin aportar calorías, a diferencia del azúcar (sacarosa).
Los endulzantes, sin embargo, son mucho más dulces que el azúcar propio, por lo cual se necesitan cantidades my bajas para provocar el mismo efecto en bebidas o alimentos.
Los niños no deberían de consumir productos con edulcorantes por diferentes riesgos para la salud, principalmente por la falta de nutrientes esenciales, la alteración del apetito y porque se acostumbran a sabores muy dulces.
El problema de que consuman productos con edulcorantes es que puede fomentar que prefieran sabores ultra dulces, lo cual haría más difícil que acepten alimentos naturales como frutas, a pesar de que sean dulces.
Por los edulcorantes, no controlan el peso a largo plazo, es decir, que sustituir el azúcar con edulcorantes en realidad no reduce la grasa corporal en niños y adultos, por lo que incluso podría elevar riegos de enfermedades cardiovasculares.
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