Guardiola estalla tras la caída del City: tensión total en St. James’ Park
La derrota del Manchester City 2-1 ante Newcastle no solo significó un golpe en la tabla de la Premier League, sino también un estallido emocional inesperado de Pep Guardiola.
El técnico español cerró la noche con una escena cargada de tensión en St. James’ Park que rápidamente se volvió viral. Entre discusiones con Joelinton, un intercambio tenso con Bruno Guimaraes y un reproche directo a un camarógrafo, el partido dejó un ambiente caldeado alrededor del equipo campeón de Inglaterra.
El encuentro ya venía cargado de polémicas. Aunque el City había empatado momentáneamente por un desvío de Ruben Dias, y Gianluigi Donnarumma —novedad en la alineación— sostuvo al equipo durante largos pasajes, el doblete de Harvey Barnes terminó decidiendo el resultado.
El segundo gol, validado tras una revisión extensa del VAR por un fuera de juego milimétrico, detonó el enojo visitante. Los jugadores ciudadanos reclamaron una supuesta infracción sobre Donnarumma antes del remate final, pero ni el árbitro Sam Barrott ni el videoarbitraje encontraron motivos para anular la acción.
Ese fallo, sumado a la acumulación de protestas, encendió la chispa. Cuando sonó el pitazo final, Guardiola saludó de forma fugaz a Eddie Howe y caminó decidido hacia la cancha. Ahí comenzó una secuencia que quedó grabada desde todos los ángulos posibles.
¿Qué provocó el fuerte cruce entre Guardiola y Joelinton?
El brasileño fue el primer obstáculo del técnico, quien lo encaró en medio del tumulto. Compañeros y asistentes de Newcastle intervinieron rápidamente para evitar que la situación escalara.
¿Por qué la conversación con Bruno Guimaraes fue tan tensa?
Guardiola mantuvo un intercambio largo y visiblemente cargado con el mediocampista. Más tarde, al ser consultado por Sky Sports, el entrenador se limitó a decir: “Dije lo bueno que es y pregunté por la situación con Gigio y lo que pasó antes. Todo está bien”, intentando restar dramatismo al episodio.
¿Qué pasó con el camarógrafo que enfureció a Pep?
Mientras conversaba con jugadores rivales, un operador de cámara se acercó demasiado. Guardiola, molesto, le pidió que no lo siguiera tan de cerca, gesto que terminó por completar una imagen pocas veces vista del técnico: desencajado, irritado y sin su habitual control.
La caída ante Newcastle no solo complica su lucha con Arsenal, sino que también dejó una postal potente: un Guardiola al límite, reflejo del desgaste y la presión en una Premier que no perdona.
